viernes, 23 de junio de 2017

Creo que era en Sagaró, hará unos 15 años. Un petardo mal tirado segó de cuajo la vida a una mujer al explotar en su cuello. Un accidente, se dijo entonces y las fiestas del pueblo fueron canceladas. Al año siguiente continuaron con las fiestas y tirando los petardos de siempre. Cada año hay desgracias con los petardos. Unas más terribles que otras. Si a mí, músico de profesión, me deja sordo el petardo de un niño descerebrado de padres imbéciles, no hay problema : algún seguro paga y el capullo del niño y los rumiantes de sus papás ya pueden  continuar tirando más petardos por ahí, a ver si dejan sordo o desgracian a alguien más. Esta mañana he tenido que contenerme para no estrangular al niño psicópata en cuestión, pero de verdad que es lo que me pedía el cuerpo y detesto ese tipo de sentimientos en mi.

Para qué diablos tenemos representantes públicos? De verdad son mayoría los cafres que tiran petardos al paso de la gente? No habría manera de impedir semejantes atropellos ya que solo hacen gracia al imbécil de turno?

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