lunes, 7 de diciembre de 2009

Ardillas suicidas

son las 10 y media de la mañana. Entro en un bar a tomar café. La tele de plasma de tropecientas pulgadas está en marcha. Mira qué ardilla nás rara se está metiendo en ese cochLa ardilla entra en un coche. Es un dibujo animado de la más rancia tradición norteamericana. En un plano cercano, tomado desde el parabrisas del coche, ves a la ardilla instalándose cómodamente en el asiento del acompañante. El movimiento que se percibe en las ventanas muestra que el coche empieza a moverse. Será una ardilla telequinésica? No. El movimiento hacia la derecha de la cámara te muestra un maniquí articulado en el asiento del conductor. Vaya ; un robot conductor! Tampoco. La cámara sale del coche para que lo veas en una pista de pruebas lanzado a toda velocidad contra un muro en el que hay pintada una diana. No hay salvación. El coche choca y ves a la ardilla atravesando el parabrisas con los ojos cerrados. Primer plano de la diana con la ardilla ditigièndose a su centro mismo. Se estampa en él y substituye la aséptica gráfica de calibraje por un manchón de sangre. Fin. Ardillas suicidas se llama la serie de 100 atrocidades.

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