viernes, 30 de marzo de 2012
Los efectos de la crisis
La clase turista del AVE a Madrid iba a tope esta mañana. A mi lado viajaba un ejecutivo joven que ha llegado tarde. Con cierta displicencia desgarbada y un tinte de suficiencia de quien pisa fuerte por la vida, sin sentarse ha abierto la mesa replegable donde ha dejado caer su ordenador. Parecía dispuesto a pasar todo el rato trabajando, como buen ejecutivo agresivo. Acto seguido ha sacado el alimentador dispuesto a enchufarlo en la toma que esperaba encontrar bajo el asiento. Tras unos cuantos intentos fallidos, ha desistido. Ponía la misma cara que Arenas el día de las elecciones. No salía de su asombro : no había toma de corriente! Se ha marchado dejando la mesa abierta con un sobre de azúcar. No ha vuelto. Lo he visto luego hecho polvo en el bar. Si él ha tenido que coger billete en turista, que tendré que hacer yo?
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