Estos últimos días ha desaparecido de los media cualquier contestación a la venida del Papa. Sólo se permite escuchar a las voces complacientes. Entre ellas, me impresionan profundamente aquéllas que de buena fe proclaman sus cualidades. Y en especial, quienes sin haberlo visto jamás de cerca ni evaluado su proceder en las relaciones personales, se atreven a decir que es un hombre cálido y afectuoso, devoto...
Y digo yo : ¿nadie le ve la expresión diabólica?
Y otra cosa : ¿a nadie le parece ridículo eso de PapaMóvil? A mi, si fuera creyente, me parecería irrespetuoso.
Pero paro. Me pasaría la mañana así...
domingo, 7 de noviembre de 2010
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bien dicho
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