
Siempre me he preguntado por qué son tan sordos la mayoría de los intelectuales. Ahora me atrevo a enunciarlo en público. A saber si también serán ciegos. ¿Cómo es que mentes despiertas, como muchos de ellos son, necesitan masajearse siempre con las mismas músicas y los mismos sonidos? Me temo que escuchan más las letras de las canciones que lo que suena en sí.
¿Será cuestión de pereza? Alguien sensible e inteligente que no fuera artista debería comprender que la escucha y la mirada también dan información acerca de lo que no se entiende o está más allá del discurso. Quizá por ello aún sobrevivimos.
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